jueves, 23 de agosto de 2012

Sueño vs. Ruido


 Si durante el día el ruido es molesto, esta sensación se acentúa aún más por la noche. Un sonido superior a los 30 decibelios dificulta o imposibilita dormirse, causa interrupciones del sueño que, si son repetidas, pueden llevar al insomnio. Además, se ha comprobado que el ruido disminuye la calidad del sueño, volviéndose éste menos tranquilo y acortándose sus fases más profundas, tanto las de sueño paradójico (los sueños) como las no-paradójicas. Como consecuencia, aumenta la presión arterial y el ritmo cardíaco, hay vasoconstricción y cambios en la respiración.

El resultado de todo ello es que la persona no descansa bien y, al día siguiente, es incapaz de realizar adecuadamente sus tareas cotidianas. Si la situación se prolonga, el equilibrio físico y psicológico se ven seriamente afectados.

Con frecuencia se intenta evitar estas situaciones mediante la ingestión de tranquilizantes, el uso de tapones auditivos o cerrando las ventanas para dormir. Las dos primeras prácticas son poco saludables por no ser naturales y poder acarrear dependencias y molestias adicionales. La tercera hace también perder calidad al sueño por desarrollarse éste en un ambiente mal ventilado y/o con una temperatura demasiado elevada.

Fuente: Tienda Home

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